Pobre compañero, cual perrito fiel, pero tarde comprendiste, ella no era para ti. Una mujer que te mienta, que te engañe, que te caliente la cama con ilusiones malsanas, se encuentra en una esquina o, en cualquier parte de la calle. Una mujer es aquella que te ama, que seca tu frente cuando tienes fiebre, la que sufre cuando tu estas triste, la que te espera tras largas horas de cansancio y de trabajo intenso, la que te recibe con una sonrisa y un beso apasionado... la que te cuida con desvelos y te mima con anhelos, esa mujer... es la mujer que piensa en tu ser y no en tener, que es feliz con lo que tienes y no ambiciona lo que no posees... esa mujer fiel a tus principios, fiel a tu aposento y, fiel a tu persona, esa mujer que te mima como a un niño grande y en sus brazos la calma recuperas. Ella es tu amiga, tu amante, tu mujer amada, la que debes tener por compañera. Pero si un un día regresas y, no esta ella, y a calentar tu cama solo viene; esa mujer no es tu compañera no es la mujer que tu habías soñado. Y, si un día ya cansado, de tanta soledad encuentras, algún amor que te valore amigo... cuando ella vuelva a preguntar por el nido que a dejado, tu con la frente en alto le respondes... "Es tarde para ti, querida amiga" otro amor a mi lado a llegado y comparte cada instante de mi vida y calienta el aposento frió. Es triste compañera mía, cuando al hombre, que te a amado, has despreciado. "Nadie sabe lo que tiene, hasta que un día cercano, va y lo pierde".
Maye.
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