Y, volví una tarde... queriendo buscar olvido y de pronto, apareciste tu... te mire de frente y te implore perdón. Pero tu, me miraste con desprecio, me diste la espalda y reíste a placer. Yo, corrí horrorizada me perdí entre la gente sin saber a donde ir. De pronto, alguien me tomo del brazo y en sus ojos había, un poco de compasión. Me ofreció un pañuelo y seque mi llanto, que... aunque no quería corría a montón. Él dijo: no estés triste, que la vida es bella, búscale lo dulce y disfruta lo hermoso que te puede dar. Los seres que mas uno ama, son los que lo hacen llorar. Pero mañana, seras feliz y reirás. Y, se perdió en la multitud y me quede pensando. De verdad, porque tengo que llorar por alguien, que no me quiere ni me querrá, jamas. Si, mi corazón se a secado, de que vale, llorar, ya.
Maye.
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