Devastada, devorada y enterrada, así a sido y así será. Prometiste protegerme entre tus brazos. Y me arrojaste al vació cruel silencioso y solitario. Por el pecado de amarte como a nadie. Por el error de callar y no gritar que tus grilletes de desprecio me lastiman. Que tu silencio incontrolable me tortura y que ya no queda nada, nada mas de voluntad en mi. No quiero seguir luchando por el resto de los tiempos, por un futuro incierto para mi, ya sin fuerzas sin luz, sin valor sin frió, calor ni sabor.
Maye. |