Hasta que la ùltima gota
de mi sangre se seque.
Hasta que mi carne se corrompa
y los huesos se vuelvan polvo
y regresen a la tierra, ni
asì, dejarìa de amarte.
Y no solo me duele que te
hayas ido.
Me duele tu ausencia, me duele
no escucharte, no tenerte, no
sentirte, no tocarte, no
verte.
Me duele no escuchar tu risa
pero nunca la podre olvidar
Porque nadie sabe lo que pasa
por mi mente.
Que mi risa son làgrimas de dolor
que llegan a mi vida y llenan
de tristeza mi dèbil
corazòn.
Que, detras de cada sonrisa
hay làgrimas de amargura
Quien no sabe lo que se siente
es mejor que no hable, de
lo que no, entiende.
Maye.
