Cuarenta y ocho sentados de pie, siento doce irán... serian, ciento sesenta en total. Esto es una burrada, porque los señores que propusieron transportar a los usuarios de la cuidad de Cali, el señor presiente y directivos del MIO, que es más de ustedes porque lo hicieron para lucrarse los bolsillos a costa del pueblo, se les olvido, que no transportarían cerdos al matadero. Señores gobernador, alcalde, directivos del MIO y demás... Que saben ustedes lo que es un masaje térmico con desesperación mientras le respiran en la nuca, le tocen en la espalda, o alguien en un intento desesperado por acomodare pone su boca junto a su cara dejándole un desagradable olor, que usted debe aspirar aunque no quiera y, cuando trata de voltear para el otro lado, alguien, con un olor pestilente a chucha y sudor, le revuelven el estomago, teniendo que tragar grueso, para no devolver. Y esto, sin contar los pisotones, estornudos y gases pestilentes que salen de cualquier culo. A ustedes le gustaría, que a sus madres, mujeres e hijas, se les suba la blusa, la falda, se les quede el zapato, o la cartera tratando de salir de esa jauría que ustedes crearon. O, quizá que a l@s chic@s que van a estudiar no puedan sacar esas mochilas tan pesadas que llevan a la espalda y que a, algunos señores se les paren las intenciones de tanto rastrilleo tratando de acomodarse y a la hora de bajarse. No parece que se fuera viajando en un servicio publico, ¡no señor! esto parece una lucha de supervivencia, al que coja el puesto primero, al que logre salir a tiempo. En la mayoría de los casos no hay respeto para los ancianos, mujeres embarazadas, niños, ni discapacitados. Y todo esto lo crearon ustedes sólitos señores gobernantes, deben sentirse orgullosos por haber creado en la ciudad de Cali, el transporte del horror... Pero como ustedes no viajan allí, poco les importa. Los invito para que se den un paseo con sus familiares, sobretodo en las horas pico, para que lo vivan en vivo y en directo, no esperen que se los cuenten, vívanlo por ustedes mismos. Y después cuenten sus maravillosas experiencias, que los caleños estaremos encantados de escucharlos. Sobretodo a quienes nos toca viajar en el transporte del horror.
Maye. |