Hoy me llamaste diablo me causaste un gran dolor y tampoco soy un ángel pero tengo corazón. Un corazón que siente un corazón que ama y aunque muchas veces se desangra de dolor, palpita y sabe dar amor. Por eso, te ofrezco en mi mano el corazón... Diablo puede ser cualquiera que te odie y te desprecie y tu sientes su rencor. Diablo como yo no encuentras Ángel, como tu, no hay.
Maye.
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