Y de pronto despertó un día recordando que no fue ese ser, a quien él quería tener. Que no era la madre a la que amaba, porque ese amor ya se había debilitado. Y desde entonces esa pena silenciosa la consume poco a poco, ya que nunca imagino tal abandono. Él su amor chiquito su amor grande su amor inmenso su amor eterno. Como se fue desvaneciendo como niebla desecha por el sol. Y ya poco le importo si esa madre, amanecía en una tumba fría y olvidada. No sabe cuando dejaste de quererla. O, simplemente se murió el amor, sin darte cuenta.
Maye. |