Un mes sin ti, mi Rosa querida ahora vives en el cielo. Cambiasta de residencia te fuiste lejos de aqui. No podemos alcanzarte y menos ver donde estas. Seguro que allà, en el cielo encontraste un nuevo hogar con los que partieron antes que pudieras llegar tu. Aqui, en la tierra te amamos y por siempre te extrañamos y siempre a Dios le rogamos que donde quiera que estes, sea con Cristo Jesùs. Y ya, al final de los tiempos como lo prometiò, Nuestro Padre Celestial. Volveremos a vernos, volveremos a estar juntos y volveremos a, abrazarnos.
Maye.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario