Un día desperté...
y no, estabas...
Mi corazón anhelante
te llamaba
Pero tú, muy distante
te encontrabas.
¿A dónde, habias ido
dulce amor sin mi
precenacia.
¡dónde sin mi amor
tú te econtabas...!
Tu risa mis oidos no
escuchaba.
Tu cuerpo, a mi lado
no encontraba.
Esa cama vacia sin tu
calor me acongojaba.
Y te alejaste... para
siempre te fuiste de
mi lado, dejando un
destello de tristeza en
mi alma ilusinada.
y tu fragancia... solo
tú fragancia, mi
alcoba la llenaba.
Maye.
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