Gracias por estar ahí, en el momento justo que te necesitaba le diste luz a mi camino oscuro y y me acompañaste en el sendero largo y empinado dándole amor a mi vida solitaria.
Por fin partieron soledad y tristeza a pernotar muy lejos de mi casa y me dejaron ser feliz con el amor que a mi vida había llegado.
Y les pedí que nunca regresaran a, aposentarse de nuevo en mi casa... pero hoy insistentes, amenazan con volver.
Y el destino caprichoso, cruel y despiadado les cede el paso, para que de nuevo se abracen a mi ser... y su presencia cada vez esta mas cerca y yo impotente me derrumbo y me arrastro a sus pies.
Maye. |
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