Si, también tuvo quince años tuvo sueños y alegrías... tuvo su primer amor y una pena repentina. Caminando y explorando llegó feliz a veintiuno. Que fue el que día tan anhelado para ir de travesía en un globo con su tío. Para ver desde lo alto, el mundo en que vivía. Y así fue pasando el tiempo cayó, sufrió, lloro y se levanto fue feliz y desdichada, tuvo hijos y fue amada y tuvo un hogar feliz. A los cuarenta era esplendida en su plena madurez. Paso a paso por la vida, llego a cincuenta también. Los años no le hacían mella, era una dama de ver, de esas que poco se encuentran y buscar hay que saber. A los sesenta la nieve, en su cabello cayó, bordándole surcos de plata y su madures resalto. A los setenta tenia, nietos a su alrededor, unos hijos amorosos y un esposo consentidor. Y con su hermosa familia, pronto el tiempo paso y así llego a los ochenta... oh..., y pensaba en el ayer, que también tuvo quince años y un glorioso amanecer.
Maye.
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