Y de pronto despertó un día recordando que no fue ese ser, a quien él quería tener. Que no era la madre a la que amaba, porque ese amor ya se había debilitado. Y desde entonces esa pena silenciosa la consume poco a poco, ya que nunca imagino tal abandono. Él su amor chiquito su amor grande su amor inmenso su amor eterno. Como se fue desvaneciendo como niebla desecha por el sol. Y ya poco le importo si esa madre, amanecía en una tumba fría y olvidada. No sabe cuando dejaste de quererla. O, simplemente se murió el amor, sin darte cuenta.
Maye. |
3 comentarios:
Hola, Maye. Es muy triste tu poema, porque es tan real.
En el 2012, febrero 4, recibí un comentario tuyo en mi blog que hoy me he encontrado. No sé porqué no nos seguimos frecuentando. Me da gusto pinchar desde tu comentario y llegar a tu blog y encontrarlo vigente. Cuánta gente ha dejado de bloguear desde aquellos años.
Te dejo un abrazo.
Este es tu comentario y fue abril y no febrero.
Maye 4 de abril de 2012, 03:49
Hola Sara, primero que todo gracia por tus palabras y registrarte en mi blog, te diré que a Martha le tengo mucho afecto, ella a través de la distancia me dio su apoyo cuando perdí a mi madre y extraño sus palabras.
Por otro lado no pude evitar que mis lágrima rodaran al ver el vídeo, es triste, duro, cruel... en fin no hay palabras para definir tales atrocidades, yo también soy de un país azotado por los rebeldes.
Recibe un fuerte abrazo.
La entrada se llamó: "Hay tanta basura"
Hola Sara, a pasado mucho tiempo, solo hoy veo tu comentario, me gustaría retomar esa amistad a través de la distancia, volvernos a seguir.
Que sabes de Martha? No pude volver a tener comunicación con ella, ni con algotras personas.
Gracias, un abrazo enorme.
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