Siento desfallecer mi vida rota
en este mundo tan incomprencivo
si para ti señor yo solo vivo
he de ofrendarte mi sangre, gota a gota.
Si para redimir nuestros pecados
y enseñarnos a ser buenos cristianos
tu quisiste morir crucificado.
Yo también moriré por ti clavada
sobre la inmensa cruz de mis dolores
he de vivir sintiendo tu mirada
y de morir, cantando tus amores.
Y cuando llegue aquel terrible trance
en que mis ojos se encuentren con los tuyos
ten compasión de mi, en aquel instante
pues no soy más que un alma sin orgullo.
Que al dejar este mundo de maldades
____a querido buscar, el infinito____
para encontrar en ti, dulces bondades.
De: Rosa Adelfa Quiñones Angulo.
2 comentarios:
Hermoso ofrecimiento a Dios. Un abrazo Martha.
Gracias Martha, que tengas un lindo día.
Publicar un comentario